
tal vez, alguna lágrima confundida,
recorrió mis ya tristes mejillas.
No hubo ni siquiera recuerdos,
ni momentos que detuviera un beso,
a las puertas del aereopuerto.
Tu imagen difuminada,
mi mente más que ofuscada,
cuando sentí mi corazón, desvariaba.
Cruel destino que me enredaba,
a cambiar mi luna y mi madrugada,
sin mirar más tus ojos, que se cerraban.
Adios, no vuelvo a verte,
se ha dividido el camino,
no tengo suerte,
quizás, fueron celos del sol,
o tal vez de la muerte.
Las alas del avión, me elevan,
por encima de las nubes, que te besan,
sin encontrar respuestas, mis ojos tiemblan.
Lágrimas muriendo al amanecer,
como pompas de jabón, marchitas,
explotando en unos labios, que se quiebran.
Manos que sin querer,
se cruzan sobre mis piernas,
perdiendo las esperanzas, que ya no quedan.
Latidos que se aceleran,
pasado que no regresa,
abrazos que en la nada , quedan.
Adios, noche sin estrellas,
camino hacia las tinieblas,
hasta perder tu sonrisa,
en algún confín de la tierra,
llena de sombras y sin luces cerca.