23 ago 2010

DESPEDIDA

No hubo tiempo a la despedida,
tal vez, alguna lágrima confundida,
recorrió mis ya tristes mejillas.
No hubo ni siquiera recuerdos,
ni momentos que detuviera un beso,
a las puertas del aereopuerto.
Tu imagen difuminada,
mi mente más que ofuscada,
cuando sentí mi corazón, desvariaba.
Cruel destino que me enredaba,
a cambiar mi luna y mi madrugada,
sin mirar más tus ojos, que se cerraban.
Adios, no vuelvo a verte,
se ha dividido el camino,
no tengo suerte,
quizás, fueron celos del sol,
o tal vez de la muerte.
Las alas del avión, me elevan,
por encima de las nubes, que te besan,
sin encontrar respuestas, mis ojos tiemblan.
Lágrimas muriendo al amanecer,
como pompas de jabón, marchitas,
explotando en unos labios, que se quiebran.
Manos que sin querer,
se cruzan sobre mis piernas,
perdiendo las esperanzas, que ya no quedan.
Latidos que se aceleran,
pasado que no regresa,
abrazos que en la nada , quedan.
Adios, noche sin estrellas,
camino hacia las tinieblas,
hasta perder tu sonrisa,
en algún confín de la tierra,
llena de sombras y sin luces cerca.

16 ago 2010

AMANECER EN AGOSTO

Te destapas en el horizonte,
esencia de la mañana,
perfume de mil colores,
estrella vestida en grana.
Caricia de los arroyos,
que en los campos mana,
para dedicarte susurros,
plagados de madrugadas.
Acuarela que revoloteas,
a pinceladas gravadas,
bastión de luna y estrellas,
en las montañas clavadas.
Testigo que se levanta,
cuando las sombras callan,
preámbulo de un nuevo día,
de manos aletargadas.
Te llaman la fiel señora,
de almas enamoradas,
de playas al sol perdidas,
por la espuma cautivadas.
Amanecer en mes de Agosto,
refugio del camino angosto,
que para decir, te quiero,
hay que sentirte primero.

2 ago 2010

CAMINANTE

Caminante que caminas
vereda abajo,
después de haber alcanzado,
el cerro más alto,
con cinco mares,
con cincuenta primaveras,
entre tus manos.
Tu risa es la escarcha,
sin amarguras,
la sombra clandestina,
bajo la luna,
que se deshilvana,
como madeja de amor,
sobre la espuma.
Un abanico de soles,
va recordando,
las flores que a tu paso,
has ido olvidando,
duerme tranquilo,
la aurora es amiga,
del peregrino.
Derrota de tus días,
sangre perdida,
por un amor has dado,
toda tu vida,
sigue luchando,
que la libertad es aliento,
para tus heridas.
En tu casa despierta,
la fiel señora,
que calmará tus penas,
hora por hora,
ola sedienta,
que en tu boca de niño,
se desespera.
Pierde ya la nostalgia,
mira hacia afuera,
olvídate del tiempo
y las estrellas,
vuela en el cielo,
pasea por los campos,
ya es primavera.